El queso y el vino
Un trozo de queso, un pedazo de pan recién hecho, una copa de vino: el perfecto almuerzo improvisado.
¿Por qué tomar su vino favorito con quesos suele ser causa de tantas decepciones? La respuesta, se suele pecar de ambiciosos, se presentan demasiados tipos de quesos variados, con lo cual el vino no tiene nada que hacer. También tendemos a escoger tintos, cuando los blancos y desde luego los dulces suelen armonizar mejor. Si quiere beber tinto con quesos muy variados lo ideal es un Rioja, un italiano de crianza como el Amarone, un Cabernet Sauvignon norteamericano o un Shiraz sin demasiados aromas a roble.
AMARONE |
En una ocasión más informal puede escoger un vino sencillo, afrutado, como un Côtes du Rhône. Los tintos tánicos jóvenes, tipo Cabernet, no suelen dar buen resultado. Y todas formas, conviene evitar los quesos que más problemas causan, los muy fuertes, los azules salados o los de corteza lavada y sabor muy pronunciado, como los franceses Epoisses o Maroilles.
EPOISSES |
Los quesos artesanos son más exigentes que los de producción comercial, pero si encuentra el maridaje adecuado también son los más correctos. Si lo que quiere que sobresalga es el vino, opte por un solo tipo de queso, de gran calidad, que lo complemente bien. Los vinos y los quesos de la misma zona de origen suelen ir perfectos, un ejemplo el Sancerre y un Crottin de Chavignol, ambos del Loira, o un Gewürztraminer y un Munster de Alsacia.
GEWÜRZTRAMINER |
Quesos tiernos
Los blancos combinan mejor que los tintos.
Pruebe un Sauvignon Blanc con quesos de cabra y los aromatizados con ajo.
Los tintos suaves y afrutados como el Pinot Noir y el Merlot van bien con los quesos de corteza blanca como el Brie y los cremosos como el Explorateur.
SAUVIGNON BLANC |
Quesos azules
En general es mejor optar por vinos dulces, aunque un tinto afrutado con mucho cuerpo como el Zinfandel combinará tan bien como un oporto. Otra buena alternativa es el Tokaji húngaro.
Quesos de pasta dura
Suelen ser los más fáciles de combinar con un buen tinto, aunque algunos quesos alpinos como el Beaufort van bien con un blanco muy seco. Los tipo Gouda o Cheddar curados y los de oveja de pasta dura son los mejores con tintos como el Burdeos y otros Cabernet. También el Parmesano en virutas. Los quesos británicos más suaves como el Cheshire o el Caerphilly van bien con los blancos ingleses o un Sauvignon Blanc.
CABERNET |
BEAUFOR |
Quesos de sabor fuerte
Todo queso madurado hasta el punto de que su sabor es muy marcado puede causar problemas, tanto si es de sabor fortísimo como el Epoisses o más suave como el Brie. Los vinos que mejor funcionarán son los blancos aromáticos como el Gewürztraminer de Alsacia o el Tokay Pinot Gris. Una combinación menos habitual pero de sorprendente éxito son las cervezas belgas o francesas de abadía, como la Chimay Bleu o la Marc de Champagne.
¿Antes o después del postre?
Depende de cada persona. Si bebe un buen vino tinto con el plato principal quizá le interese tomar a continuación el queso, como hacen los franceses, pero si prefiere terminar la comida con una nota salada o con un vino tipo oporto reserve la tabla de quesos para el final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario